¿Células madre o madres? La historia de un sustantivo adjetivado

¿Células madre o madres? La historia de un sustantivo adjetivado

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¿Células madre o células madres?

Una mirada al término que cambió el rumbo de la medicina

El término «células madre» forma ya parte del lenguaje cotidiano en medicina, biotecnología y medios de comunicación. Sin embargo, su formulación ha generado dudas desde hace décadas: ¿es correcto decir célula madre o célula madre? ¿Por qué no “células madres”? ¿Y de dónde viene esta expresión?

Más allá de una simple cuestión gramatical, esta pregunta nos conecta con la historia del descubrimiento celular, los avances de la biología moderna y la necesidad de comunicar ciencia con precisión.

El origen del término

 

El término stem cell fue utilizado por primera vez por el embriólogo alemán Ernst Haeckel en el siglo XIX para referirse a la célula inicial del embrión. En inglés, stem significa literalmente «tallo» o «tronco», lo que remite a una idea de origen o punto de partida.

Así, una stem cell es una célula capaz de dar origen a otras células —de diferenciarse— y, en muchos casos, de autorrenovarse, es decir, de dividirse y generar nuevas células iguales a sí misma. Con el tiempo, el término se popularizó para describir células con estas propiedades tanto en tejidos embrionarios como adultos.

¿Por qué "célula madre"?

En español, la traducción directa de stem cell no fue «célula tronco», como podría esperarse por analogía lingüística, sino «célula madre». Esta traducción no es literal, sino conceptual: se refiere a la capacidad generadora de estas células, a su función como “madre” de otras células.

Desde un punto de vista gramatical, “madre” en esta expresión actúa como adjetivo pospuesto (como en “empresa madre” o “planta madre”), por lo que lo correcto es decir “células madre”, y no “células madres”. La Real Academia Española ha validado este uso, aunque sigue resultando poco habitual en comparación con otras construcciones adjetivadas.

¿Y qué dice la ciencia?

Desde un enfoque biológico más riguroso, el término «célula madre» es general y puede prestarse a confusión si no se especifica el tipo, el tejido de origen o su capacidad funcional. En el ámbito científico actual, sobre todo en contextos clínicos y regulatorios, se ha extendido el uso de términos más precisos como:

Células estromales mesenquimales (MSCs)

 

También llamadas mesenchymal stromal cells en inglés.

Este término es considerado más apropiado por varias razones:

  • No todas las células mesenquimales cumplen estrictamente con los criterios de una célula madre verdadera, como la pluripotencialidad o la capacidad ilimitada de autorrenovación.

  • El término «estromal» enfatiza su origen en el estroma (el tejido conectivo de soporte), y permite describir tanto su función estructural como su papel en la modulación del microambiente, la inmunomodulación y la reparación tisular.

  • Las sociedades científicas internacionales, como la ISCT (International Society for Cell & Gene Therapy), han propuesto el uso de denominaciones más precisas, como «célula estromal mesenquimal», para describir mejor su comportamiento y diferenciarlas de las células pluripotentes.

Aun así, el término “célula madre mesenquimal” sigue siendo ampliamente utilizado en el lenguaje médico y divulgativo. Lo importante es que, independientemente del término, se acompañe siempre de una descripción clara del tipo celular, su fuente y su función.

La importancia del lenguaje en ciencia

En un mundo saturado de información, usar los términos correctos no es una formalidad: es una responsabilidad. La precisión en el lenguaje ayuda a comunicar mejor la ciencia, a evitar confusiones en pacientes y profesionales, y a fortalecer el vínculo entre ciencia y sociedad.

En INGECELL, apostamos por la divulgación rigurosa, clara y accesible. Entender por qué decimos «célula madre» o «célula estromal» no es un juego de palabras: es reconocer el camino que ha recorrido la ciencia para llegar a terapias avanzadas que hoy transforman la medicina.

En resumen:

 
  • El término correcto en español es “células madre”, con “madre” como adjetivo pospuesto.

  • Desde lo científico, muchas veces es más apropiado decir “células estromales mesenquimales (MSCs)”, especialmente en contextos clínicos y regulatorios.

  • Ambas denominaciones pueden usarse si se explican adecuadamente su función, tipo y origen.

  • El lenguaje importa: una mejor comunicación abre el camino a una mejor medicina.

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Dra. Karem Noris-Suarez

Doctora en Bioquímica, experta en medicina regenerativa, biomateriales y terapia celular. Fundadora de INGECELL SAS y docente en la Universidad Internacional de Valencia, con más de 25 años de experiencia en investigación aplicada y desarrollo de terapias avanzadas

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